A Karla, mi compañera
La paradoja perfecta se transforma en oxímoron:
me ausento en compañía de la multitud.
Cuando iba para no ver,
en las sombras y entre rostros sin rostro,
aprendía a amar.
También cuando vi,
colectivamente,
aprendía a amar y añorar:
We´ll always have Paris.
A la velocidad de la luz
y tiempos estandarizados
viajé y fui otro.
Y también ahora voy,
y aprendo a amar como un loco,
dejándome ir
pero teniéndote a mi lado.
Y seguiré yendo,
ausentándome con todos,
y seguiré aprendiendo a amar
hasta que la película termine.
Mis enhorabuenas... Supongo
ResponderEliminares bello todo lo que encierra el amor, aveces no lo queremos dejar ir porque nos da miedo perderlo todo, porque a veces el todo se va tras el, y como alguna vez escuche, a veces pensamos q ese milagro, el amor, solo nos sucede una vez en la vida. je! q buen blog fer a ver si comentas algo de esta pelicula q se llama Memorias fugitivas (en español). atte Luis Serrano
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