Por segunda vez en la historia de los premios Oscar, diez filmes fueron nominados en la categoría de mejor película. La ganadora, como bien es sabido, fue The hurt locker, película que gira la mirada en torno a las problemáticas directas de la guerra y se enfoca en las que surgen como consecuencia de vivir en condiciones atípicas de convivencia. Reconozco que, más que una verdadera evaluación de lo mejor de la cinematografía mundial, la ventana que representa la aclamada premiación es una oportunidad de hacer eco sobre lo mejor de la industria hollywoodense.
Acompañando a la vencedora hubo 9 historias más, tan diversas y disímiles en las temáticas, como en la manera de abordarlas. Si en este humilde bloguero hubiera estado la decisión de elegir a la ganadora, sin duda el premio habría estado entre The lovely bones o Sector 9. ¿Casualidad o causalidad de que Peter Jackson participe como director y productor respectivamente? Al final se lo hubiera dado a la primera por una mínima ventaja.
The lovely bones, o Desde mi cielo, título con el que apareció la película en nuestro país, entremezcla un thriller de las sociedades modernas, como lo es la aparición de un asesino serial, con la metafísica más ligera, y no por ello malograda, del mensaje de la vida en el más allá que da la película. Un homicidio desencadena una pregunta sin respuesta del tamaño de la vida y la muerte y se convierte en el nodo que enlaza ambos aspectos: ¿Por qué a mí?
Debe ser difícil aceptar que el tiempo que nos es concedido en la tierra haya expirado, sobre todo si crees que te fue quitado injustamente y en tu alma quedan un profundo rencor y negación que te orillan a desear el mal a tu asesino. De esa manera, entre el suspenso de acompañar las acciones de un criminal encubierto, la tristeza de ver una familia desecha y la negación de una niña que, desde el más allá, no acepta su muerte, es como avanza la película. El desarrollo es magistral: la edición brinca de un mundo a otro y cuenta la compleja y entrelazada conexión que supera cualquier tiempo y existe en las relaciones humanas.
Otro punto a favor que engrandece la credibilidad de la obra es la elección de un casting repleto de caras “nuevas” de actores consolidados. Desde luego que no es el debut de Mark Whalberg ni de Stanley Tucci, pero el protagonismo del primero no es tal que en torno a él gire la película, y la caracterización e interpretación del segundo sorprenden al grado de no notar de quien se trata. El papel de Susie Salomon, la chica en torno a quien gira toda la trama, es interpretado por la bella Saoirse Ronan, quien sí realiza su actuación más importante hasta la fecha.
Como fan de las películas de El Señor de los anillos que me considero, y como coleccionista de Bad Taste, uno de los primeros trabajos de Peter Jackson, reconozco en Desde mi cielo no a su más grande producción (la saga de Tolkien le llevó años de realización) sino a la mejor lograda. Nueva Zelanda podrá no calificar a la siguiente fase en la copa mundial de futbol, sin embargo, en el gordito director tiene a uno de los campeones mundiales de la cinematografía actual.